Así entro, como lectora, a los libros que amo; o a las películas, a las esculturas -fijas, pero mi mirada en movimiento-, a los paisajes de Van Gogh -cada pincelada, una frase-, a la música de Haydn o de Nick Cave... Como una bárbara asaltada por la frase que lleva dentro de sí un mundo desplegado por otra frase, y otra y otra volviendo viviente lo que leo, lo que veo, lo que oigo, constantemente amenazado por el horror al vacío del sin sentido, que organiza de modo incesante nuevos sentidos desde aquella anonimia donde múltiples sujetos, sin poder alguno, lo experimentaron en la voz y lo marcaron en la lengua que con ellos hablo.
Fragmento de "La frase" en el libro La pequeña voz del mundo, de Diana Bellessi, Editorial Taurus (2011)
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