Soy un relator de voces
Para mí la escritura es una convocatoria de ausentes. Por ejemplo, mi padre, aunque no esté aquí, preside mi escritura. Entonces, cuando escribo convoco a estos ausentes que se fueron a esconder en otro lugar al que no puedo ir y los obligo a estar conmigo otra vez. Escribo una historia en la que ellos están por segunda vez juntos. No hay una tercera vez: la escritura cierra las cuentas con los ausentes. Hay otra posibilidad de encontrar a los ausentes, en el sueño, pero esas son visitas que no se pueden agendar. Llegan cada tanto y cuando vienen me hacen compañía por varios días. Con la escritura logro anticipar estos encuentros y hacerlos más frecuentes y que duren en el tiempo.
Nota completa: http://www.lanacion.com.ar/1880814-maximasde-un-obrero-escritor-lo-que-dejo-erri-de-luca
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