
miércoles, 5 de noviembre de 2014
miércoles, 22 de octubre de 2014
jueves, 2 de octubre de 2014
domingo, 28 de septiembre de 2014
martes, 23 de septiembre de 2014
domingo, 7 de septiembre de 2014
La Guacha celebra
"La revista La Guacha los espera, amigos!!! Leeremos poemas Marta Cwielong, Griselda García, Leopoldo Teuco Castilla y la que los invita con infinito cariño por esta revista que tanto ha hecho por la poesía Argentina, y los poetas de todo el país con infinita consideración y abierta a todas las expresiones, sin preferencias ni exclusiones y a "todo pulmón", con el esfuerzo y el amor que eso implica. Allí estaremos para abrazarlos en persona y celebrar con ustedes los libros generosamente publicados por la revista y el amoroso esfuerzo de sus hacedores: Claudio LoMenzo y Javier Magistris. Gracias a todos!".(Publicación extraida de facebook)
miércoles 10/9
19 h
Casa de la Lectura -Lavalleja 924, C.A.B.A.
sábado, 6 de septiembre de 2014
sábado, 26 de julio de 2014
Ciclo de lectura: mágicas naranjas
Poesía, música y juego
Martes 29/7 a las 17 h
Actividad libre y gratuita para niños a partir de 3 años acompañados con un adulto
en Lavalleja 924 (C.A.B.A.).
Organiza mágicas naranjas ediciones
miércoles, 23 de julio de 2014
La III Guerra Mundial
Invitación especial para la presentación del nuevo libro de Andi Nachon.
La III Guerra Mundial
Este jueves 24/7 a las 19 h
en Lavalleja 924 (C.A.B.A.)
¡Nos vemos ahí!
miércoles, 19 de marzo de 2014
Blog Las afinidades electivas
"curaduría autogestionada de poesía argentina contemporánea.
las afinidades electivas/ las elecciones afectivas.
las afinidades electivas/ las elecciones afectivas.
Hagamos el intento, de armar nuestro propio mapa, nuestra constelación personal y dedicada, para admirar el brillo de la diferencia y el encanto de los enlaces inesperados. Será un blog en permanente construcción colectiva. Una antología móvil y deforme, como un médano: sin límites, ni jerarquías ni censura alguna.
La tan cacareada transversalidad política (Kirchner dixit) llegó a la poesía. Base de datos on-line armada por los propios participantes. Toda exclusión está excluída. Es un sistema indeterminado de relaciones que fomenta el exceso de informaciones, poéticas y ficciones, críticas y confesiones. Se basa en una premisa: si buscamos una respuesta, aparecen demasiadas. No hay un sentido, un fundamento, una clave, una respuesta: hay demasiadas.
Será un lugar de tránsito para atravesar en zig zag y contemplar con atención. Es un tejido de huellas que se teje a sí mismo y cuenta su historia inconclusa, una y otra vez."
Link:
http://laseleccionesafectivas.blogspot.com.ar/2014/03/mariana-chami.html
¡Gracias Alejandro Méndez!
http://laseleccionesafectivas.blogspot.com.ar/2014/03/mariana-chami.html
¡Gracias Alejandro Méndez!
lunes, 10 de marzo de 2014
viernes, 7 de marzo de 2014
viernes, 7 de febrero de 2014
Las cartas descartadas
I
Se trata de las cartas que los carteros
devuelven al correo pues no vive,
no concuerda el nombre del sobre
con las numeraciones perras;
y para colmo han omitido el remitente.
Las vecinas habían ya informado
aquí es desconocida la señorita esa,
paso, el fulano no existe,
sigamos barriendo nosotras.
Entonces dijo el jefe fastidiado
traeme esas muertas y el olvido
que las parió, echalas al horno.
Así cartas de amor fueron a humo,
a chimenea y el viento
hizo la distribución de ninguna de modo
que nadie recibiera noticias de nadie.
Se trata de las cartas que los carteros
devuelven al correo pues no vive,
no concuerda el nombre del sobre
con las numeraciones perras;
y para colmo han omitido el remitente.
Las vecinas habían ya informado
aquí es desconocida la señorita esa,
paso, el fulano no existe,
sigamos barriendo nosotras.
Entonces dijo el jefe fastidiado
traeme esas muertas y el olvido
que las parió, echalas al horno.
Así cartas de amor fueron a humo,
a chimenea y el viento
hizo la distribución de ninguna de modo
que nadie recibiera noticias de nadie.
Poema del libro Umbral de salida (19990), de Jorge Leonidas Escudero.
miércoles, 29 de enero de 2014
martes, 28 de enero de 2014
Unas macetas de amarillo
No tengo para ver solo los ojos.
Para ver tengo al lado como un ángel
que me dice, despacio, esto o lo otro,
aquí o allí, encima o más abajo.
Siempre soy el que ve lo que ya ha visto,
lo que ha tocado ya, lo que conoce,
no me puedo morir porque ya tengo
la muerte atrás, vestida como novia.
Voy entrando, de a poco, en lo que es mío,
en lo que ya fue, en lo que me nombra,
campos azules y altos hasta el pecho,
con el machete centelleante y rápido.
Veo cómo comienzan las naranjas
a nadar por el aire, a perfumarlo,
girando velozmente en sus semillas.
Veo moverse ese árbol, luego otro,
pierdo el sentido de mirar la vida,
me lleva el mar, el pecho hacia lo alto,
muevo el cielo en el puño como un poncho.
Me quieren despertar y estoy despierto,
no me pueden tocar, me aman, me gritan,
me lloran como a muerto y estoy libre.
Yo puedo separar filo y cuchillo,
guardar el uno y arrojar el otro,
terminar con un truco la semana,
pintar unas macetas de amarillo.
Yo tengo como un ángel que me dice
aquí o allí, más cerca todavía,
habla, calla, resiste, estira el brazo,
toca despacio todo lo que es tuyo.
De El nadador (1967), extraído del libro Obra completa de Héctor Viel Temperley (2003, Ediciones del Dock)
Para ver tengo al lado como un ángel
que me dice, despacio, esto o lo otro,
aquí o allí, encima o más abajo.
Siempre soy el que ve lo que ya ha visto,
lo que ha tocado ya, lo que conoce,
no me puedo morir porque ya tengo
la muerte atrás, vestida como novia.
Voy entrando, de a poco, en lo que es mío,
en lo que ya fue, en lo que me nombra,
campos azules y altos hasta el pecho,
con el machete centelleante y rápido.
Veo cómo comienzan las naranjas
a nadar por el aire, a perfumarlo,
girando velozmente en sus semillas.
Veo moverse ese árbol, luego otro,
pierdo el sentido de mirar la vida,
me lleva el mar, el pecho hacia lo alto,
muevo el cielo en el puño como un poncho.
Me quieren despertar y estoy despierto,
no me pueden tocar, me aman, me gritan,
me lloran como a muerto y estoy libre.
Yo puedo separar filo y cuchillo,
guardar el uno y arrojar el otro,
terminar con un truco la semana,
pintar unas macetas de amarillo.
Yo tengo como un ángel que me dice
aquí o allí, más cerca todavía,
habla, calla, resiste, estira el brazo,
toca despacio todo lo que es tuyo.
De El nadador (1967), extraído del libro Obra completa de Héctor Viel Temperley (2003, Ediciones del Dock)
lunes, 27 de enero de 2014
Sobre el libro La vida suspendida, de Andrés Lewin
¿Esa
tarde o aquella mañana? ¿Acá cerca o más lejos? Espacio y tiempo, en este
libro, no importan. Porque es aquí, allá y en todos lados donde la vida sin más
queda suspendida.
Un
pibito limpia los vidrios. Pausa. Un hombre abraza a su hijo. Pausa. Pirri hace
un foul. Pausa. Amato Garrafa habla
al micrófono. Pausa. Edelmiro corta naranja por naranja. Pausa. El vendedor de
panchos un día se ilumina. Pausa. El regalador de sonrisas camina por los
bosques de eucaliptus. Pausa. Manolo compra choclos. Pausa. Y otra pausa y otra
más.
En
ese devenir de interrupciones se construye un trayecto preciso: un movimiento
sutil hacia el interior de la mirada de Andrés Lewin. Son pausas que funcionan
como grietas que, por un instante, Lewin nos permite espiar y nos susurra:
“Mirá, mirá, acá está la belleza, el tiempo, la poesía, el amor…”.
En algunos
poemas, quizás sobre todo en la primera parte, el yo avanza como si fuera un transeúnte en la ciudad, en la vida
misma. La mirada de Lewin acompaña lo que vemos y, al mismo tiempo, se
desentiende de lo que no vemos, eso que cada lector completa en su lectura
íntima y única: “Lo que mis ojos ven/ no es lo que miran tus ojos”.
En
otros poemas, ya más hacia el final, aparecen el amor, los cuerpos, la búsqueda
de la ternura. Poemas que exponen sin pudor todo lo que el yo mira y siente “en el fondo de todo lo que brilla”.
Don
Pascual, Edelmiro, Martita, Francisco, Manolo, Darío, Mariana, Ricardo y más,
los nombres propios se suceden, quizás como nunca en otro libro, porque hay
necesidad de nombrar, de destacar que la vida cotidiana está llena de personas
sabias, poetas, oscuras, luchadoras o bellas.
El
uso de la repetición, una y otra vez, atraviesa todo el texto hasta el punto de
sentir que, por momentos, uno escucha la propia voz del poeta que recita. En
ciertos poemas, también aparece la pasión por el fútbol, esa pasión de
multitudes que en este caso muestra su lado más personal, como Federico que,
cuando llegan los penales, “apaga la tele/ duerme una siesta”.
El
predominante uso del tiempo presente otorga y enfatiza ese cierto dejo
atemporal, como si eso que ocurre en el poema se actualizara a cada instante,
en cada lectura.
A
modo fotográfico (o por qué no radiográfico) Lewin despliega todo su esplendor
en un libro que, desde el principio hasta el final, manifiesta una simpleza
profunda con frecuentes destellos de humor.
Y me
detengo acá, en el “Hotel de mil estrellas”, donde La vida suspendida me despierta gratitud y alegría porque, como
diría Katherine Mansfield: “En el umbral de la poesía me encuentro siempre
temblando”.
MARIANA CHAMI
(Texto leído en la presentación del libro el 11/12/2013)
viernes, 24 de enero de 2014
jueves, 23 de enero de 2014
Cajones lustrados
Cajones lustrados,
cajones perfumados,
cajones con llavecitas...
Qué invento miserable
los cajones,
está pensando Aquél
que hizo este mar
y lo escupió de luz.
De Mare nostrum azul, extraído del libro Obra completa de Héctor Viel Temperley (Ediciones del Dock, 2003)
cajones perfumados,
cajones con llavecitas...
Qué invento miserable
los cajones,
está pensando Aquél
que hizo este mar
y lo escupió de luz.
De Mare nostrum azul, extraído del libro Obra completa de Héctor Viel Temperley (Ediciones del Dock, 2003)
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